Cávea

 


Un nuevo hombre

Ahora voy a cambiar mi nombre
Ahora que la tarde mira fijo y su sombra de día huye de mí
Basta sólo una frase que prenda a tiempo en mi lengua
Para poder trazar una nueva historia donde quedarme
Bastan sólo un par de palabras para inventar mi nuevo nombre

Ahora voy a cambiar mi nombre
Para huirme, para encontrarme en secreto
Para que la soledad no me encuentre tan seguido
Para que la compañía no acuda todo el día a socorrerme
Para que la noche memoriosa sea del otro nombre
El antiguo, el de olor a estatua, el del viejo abrigo
El más usado de todos mis nombres

Y ya te tengo en la palma de mi mano,
Apretado bien fuerte entre las mismas rabias que te crearon
Pides, imploras, amenazas con salir, con escaparte de mí
Pero no puedes, ¡tú me perteneces tanto!
Que puedo decidir no tenerte, que puedo elegir no crearte
Nuevo nombre de nuevas bendiciones y nuevas maldiciones

Ahora voy a mirarte, a observarte, a analizarte
A cuestionarte, a corromperte para poder destruirte
A enterrarte con la mayor de las honras y la más triste de mis congojas
Después de todo, este nombre viejo me queda tan bien y tan bonito
Tan justamente calzado a mi rostro y a mi forma de ser
Que de vez en cuando, en una de esas tardes que miran fijo
hago ejercicios mentales para saber cómo podría vivir sin él, y no puedo