Cávea

 


Recipiente ignorado

Un recipiente ignorado
de tintes surrealistas intolerados
con efectos tóxicos para almas enajenadas.

Creo ser violines sin cuerdas,
guitarras de acero helado,
notas que pesan y no suenan.
Creo ser tus labios y tus manos,
tus sueños y tu mirada,
laguna profunda, sin fin ni fondo.

Un ser de barro informe
agrietado en mil corazones.
Un perverso lobo entre ovejas
que vela por sus sinsabores.

Ese río que fluye
y atrapa jóvenes palomas durante la noche,
a través de la pantalla vacía
que oculta el monstruoso retablo de la nada.

Lo siento,
siento ser la esclava de mis sentimientos
y no poder darte el cielo eterno.
Siento ser la oscura nube de amargos sueños
que se deshace cada noche en cálidas lágrimas
sobre tu cuerpo.

Sólo un jarrón olvidado,
quemado por la ingratitud
de la mirada del universo.
Sólo un extraño tinte surrealista
sin cuerda, deforme
arrojada sobre la absurda nada del mundo.